27/11/09

A la sombra del ranchón

Ya tenemos una edad,
alacranes en el corazón,
seiscientos años son verdad

a la sombra del ranchón.

Sopladme contra el viento
que distrae al ladrón
de ciento y un momentos

a la sombra del ranchón.

Ayudadme a recordar
aquellas vistas sin balcón,
arroz para no engordar

a la sombra del ranchón.

Salvadme del aeropuerto
donde despega la pasión
con destino al desconcierto,

a la sombra del ranchón.

Folladme caminito de La Habana,
dejadme por horas un condón,
fugaos conmigo ayer por la mañana,

a la sombra del ranchón.

Pitcheadme, amoles, los sueños
de la Revolución
antes que vuelvan los dueños

de la sombra del ranchón.

Recordad que hoy
será mejor que otro Enero,
ya no me las doy
de hipopótamo piscinero.

Recordad
que soy y que sucumbo
a los atardeceres
del Malecón,
que voy dando tumbos
de la 113
al ranchón.

2 comentarios:

  1. Grande, Juanjo. Río, sonrío, recuerdo y me emociono.

    "La acera plomiza es su lugar,
    allí es donde instalaremos el salón
    para mirar al cielo y arrojarnos a soñar,

    siempre a la sombra del ranchón".

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